Rango S Prisioner fron Heaven [Mai, Ethan, Kyle, Kath, Matt & Liz]

Everyday

Administrador
"Prisoner from Heaven”
- NPC involucrado: -
- Sinopsis: En una operación para desmantelar un laboratorio y centro de investigación clandestino la Central halló un descubrimiento alarmante: Un Lucemon sin Tamer, vivo y consciente, del cual tomó custodia. Esto ha creado una situación más que delicada puesto que, si bien el ángel se ha mostrado cooperativo con las autoridades y no ha tenido intención de resistirse, luchar o escapar; sigue siendo un Digimon mitológico, peligroso y con suficiente poder para destruir la ciudad si se lo propone. De hecho, incluso si pudiéramos asegurar que de verdad está de nuestro lado, ¿es siquiera posible que tenga una vida normal a sabiendas que la población le temerá, más de un renegado querrá capturarlo o usarlo para sus fines o incluso Tamers justicieros querrán eliminarlo para evitar una desgracia? ¿Acaso los riesgos de la especie y su historia son suficientes para condenar a muerte a un Digimon que (hasta donde sabemos) es inocente? Todo un debate en torno a esto se ha formado entre los oficiales superiores de la Central, incluso involucrando a los Shijin en el proceso y mientras se decide es necesario que se mantenga a Lucemon custodiado. Tras discutirlo hemos decidido solicitar la ayuda de un grupo de Tamers de alto nivel con enorme experiencia en su currículum, que estén dispuestos a ser la guardia personal del Digimon Ángel y lo protejan no solo a él, sino a la propia ciudad si llega a ser necesario.
- Escenario: Ciudad
- Objetivos:
  • Conformar la Guardia Personal de Lucemon
  • Vigilar y custodiar a Lucemon en todo momento, así como estudiar su conducta e intenciones
  • Reportar a la Central todo lo que ocurra durante la misión, incluyendo imprevistos
  • Evitar cualquier tipo de ataque o incidente que amenace a Lucemon, incluyendo intentos de secuestrarlo y atrapar a los responsables
  • De ser posible, evitar pánico público y destrucción relacionada con su misión
  • [Opcional] Ganarse la confianza de Lucemon y convencerlo (o asegurarse) que se convierta en un aliado de la Central
  • [Opcional] En caso que Lucemon se convierta en una amenaza para la ciudad o el Mundo Digital, enfrentarlo y eliminarlo.
- Notas:
  • Solo disponible en modalidad Party
  • Para tomar esta Quest al menos uno de los participantes debe ser de Rango Commander, mientras que el resto debe ser al menos Elite (Tamers Expert no pueden tomar esta Quest)
  • Esta Quest no puede ser tomada en File Island
  • Mientras la Central toma su decisión Lucemon ha sido ubicado en una mansión a las afueras de la ciudad, amueblada para una estancia cómoda. La mansión es vigilada en el exterior por varios Digimon oficiales (Adults) pero el interior solo será ocupado por Lucemon y los Tamers que conforman su guardia. Un oficial de la Central irá periódicamente para solicitar los reportes de novedades, pero aparte de eso no se permiten ni están programadas visitas.
  • Todos los que han tratado con Lucemon desde su "rescate" coinciden en que es un Digimon amable, tranquilo y educado, aunque también muy enigmático. Concuerdan en que no dice todo lo que piensa y que su trato cordial puede ser una reacción "diplomática" ante las condiciones en las que está. Es por esto que desconocemos si oculta parte de su naturaleza o si solo es así porque no confía verdaderamente en nadie. Parte de sus labores incluye conocer más a Lucemon para entenderlo, sin embargo deben estar atentos: Es un Digimon inteligente, por lo que no pueden descartar que trate de manipularlos o pretender para que bajen la guardia ante él.
  • Aunque la Central prefiere que Lucemon no deje la mansión, se le puede permitir la salida para "conocer" si él lo desea, como parte de un experimento para comprobar si es apto para vivir en la ciudad libremente. Si salen con él deben escoltar y acompañarlo en todo momento además tener extremo cuidado, ya que es más probable que ocurran imprevistos fuera de la vigilancia de la mansión
  • Hasta el momento Lucemon no ha demostrado su fuerza ni luchado contra nadie, mucho menos en serio. Las investigaciones realizadas y los datos recuperados del laboratorio indican que está el tope de sus capacidades, sin embargo es posible que pueda ir más allá, enfrentando Ultimates si se lo propone. Esto lo convierte en una amenaza para la Ciudad como para ustedes, así que eviten que luche si es posible.
  • La investigación del laboratorio indica que no trabajaban solos. Eran empleados de una Rogue Guild de alto nivel y peligrosidad, que por supuesto estaba al tanto de la existencia de Lucemon. No hay duda que ellos querrán "recuperarlo" a toda costa, así como que poseen a su disposición la suficiente fuerza e ingenio para enfrentar todo lo que se les interponga, incluyendo a él mismo. Estarán lidiando con varios Elite, como mínimo.
  • Una de las investigaciones que se estaban llevando a cabo era otorgarle a Lucemon la capacidad de alcanzar el Falldown Mode a voluntad, sin embargo los detalles fueron borrados y ni los involucrados ni el propio Lucemon han declarado al respecto. Desconocemos si el proyecto fue culminado exitosamente y si Lucemon posee (y oculta) esta habilidad. Tampoco sabemos como funciona o que condiciones tiene, pero es seguro de que, si es posible, aumentará aún más el poder destructivo de Lucemon
  • En caso de que Lucemon se convierta en una amenaza o evolucione a FM la Central ordena que su misión se convierta automáticamente en eliminarlo con el máximo de sus capacidades. Si esto ocurre estarán ante una de las batallas más difíciles de sus carreras
  • Además de los Digimon vigilantes designados por la Central un Deva estará presente en las cercanías, sin embargo este no formará parte de la Guardia. Su labor será de vigilar a Lucemon (y a ustedes) de forma independiente y de reportar lo que ocurra a su Shijin, así como actuar bajo su propio juicio si lo ve necesario. Esto significa que, si el Deva así lo decide, es capaz de intervenir en la misión y designar a Lucemon como amenaza para el Mundo Digital antes de la decisión final sea dada. Si esto ocurre ustedes deberán decidir que hacer, pero tomen en cuenta que su decisión podría enfrentarlos directamente contra uno de los Devas. Este Deva también podrá llamar a sus dos compañeros o incluso al Shijin como refuerzos si lo considera necesario
  • El Deva que aparecerá en la Quest queda a elección del usuario/Party y dependerá de la ciudad donde se lleve a cabo (Dynamo o Viviane: Deva de Qinlongmon / Oasis: Deva de Zhuqiaomon / Folder: Deva de Baihumon / Digital City: Deva de Xuanwumon)
Fichas:
[Mai] || [Ethan] || [Kyle] || [Kathleen] || [Matthew] || [Elizabeth]

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Adelante muchachos pueden comenzar... extrañaba decir eso jaja.
 
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—No fue una mera casualidad, planearon el ataque con antelación.

Sealsdramon sufría de momentáneos espasmos, le resultaba complicado identificar la causa: las incontables heridas en su cuerpo, o bien, el humano caminando a su alrededor, tal y como un ave rapaz volando en círculos alrededor de quien se convertirá en su próximo alimento.

—He sufrido muchas decepciones, pero ustedes sin duda se llevan la corona —las palabras salieron secas de su boca—. Solo les pedí una cosa, una sola y simple cosa...

—Tenían una fuerza aplastante
—Sealsdramon presionó su mandíbula hasta hacer chocar los dientes—, era la Digital Security.

—¿Y?


La indiferencia del humano le produjo un escalofrío. La Digital Security era el némesis definitivo del Bajo Mundo, el hacha que cercenaba cualquier organización criminal que hubiese crecido demasiado como para llamar su atención. Una fuerza disuasoria a la cual no se debía subestimar y ese sujeto hablaba de ella como si fuese cualquier cosa.

—Así los mismos Devas hubieran decidido aparecerse, todos y cada uno de ustedes debían dar su vida para defender la instalación y todo en su interior —el humano chasqueó la lengua—. Me pertenecen, ¿comprendes?, yo decido cómo usarlos y también cómo serán sus muertes —llenó sus pulmones de aire y después lo expulsó todo en un largo suspiro—. Ahora perdimos nuestra base de operaciones y debo buscar a esos idiotas que se atrevieron a robarme y quitarles lo que me pertenece, ¿sabes lo difícil que será eso?, ¿puedes imaginar los valiosos recursos que una búsqueda de ese calibre nos demandará?, desperdiciaré un montón de favores solo por tu ineptitud y la de todos tus compañeros…

—N-no deberá buscar, señor, e-ellos se dirigían a Holy Angel Citadel, los escuché, lo juro
—Selsdramon bajó la mirada apenas hizo contacto visual con los orbes celestes del humano.

Una fugaz risa nasal se le escapó a su interlocutor.


—Al final resultaste ser más útil que el resto, aunque solo por una pizca.

—Gra-gracias por sus palabras, señor Ebern
—Sealsdramon agachó la cabeza hasta tocar el suelo sin ser capaz de contener el temblor del cual se había apoderado su cuerpo. Era ridículo cómo un ser tan frágil, al cual podría borrar de la existencia sin apenas esfuerzo, podía provocarle semejante efecto.

—¿Así que se lo llevaron a la ciudad de los ángeles?, tiene algo de sentido —chasqueó la lengua—. Hace mucho tiempo que no la visito.

Sealsdramon observó movimiento con el rabillo del ojo, eran las siluetas de otros humanos acompañados de sus Digimon: los integrantes de aquella agrupación respondiendo a las palabras de su líder.

—Nadie en «Decay» vuelve a descansar hasta que no tenga de vuelta a MI Lucemon…



▣ ▣ ▣ ▣ ▣


La ceja izquierda de Ethan Walker sufría de un tic nervioso.

—¡¿Es que quieres matar a tu compañero, o qué?! —Fulminó con la mirada al pobre chico a su lado—, ¿por qué demonios usaste esa carta?

El americano extendió una mano para señalar lo evidente: a unos cuantos metros un Galgomon convertido en piedra yacía tirado sobre la costa del Lago Ojo de Dragón, incapaz de esquivar o siquiera defenderse de los embistes de un enfurecido Seadramon. El chico a su lado, de algunos catorce años, le devolvió una mirada confusa.

—Quise incrementar la defensa de Galgomon… tal y como me lo sugirió…

—Y también lo volviste un pisapapeles
—se llevó una mano al rostro y comenzó a masajearse la frente—. Algunas cartas tienen efectos fuertes, pero a costa de otros secundarios que pueden jugarte en contra… ¿Es que no lees las cartas?

—L-lo siento.


Ethan chasqueó la lengua, pero su molestia se disipó casi al instante cuando observó una figura sobrevolando sus cabezas. El Digimon aparentaba ser un pegaso, revestido en una armadura dorada con joyas esmeraldas de brillo intenso y un par de alas donde las plumas fueron reemplazadas por chorros de energía cerúlea. El Pegasmon X aterrizó justo delante de ellos con un grácil movimiento, casi como si el suelo mismo se hubiera elevado con tal de evitarle esfuerzo alguno al espléndido Armor. Una chica de cabellera rubia descendió de lomos del Digimon y le regaló una sonrisa a Walker.
〘 Central de Tamers 〙
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Sydney Stanford
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Intermediaria
—Sydney.

—¿Cómo va todo, profesor Walker?


Chasqueó la lengua al escuchar el apodo.

—No soy profesor, solo hago esto porque Nik me lo recomendó.

—Creía que estabas de vacaciones...

—Lo estaba
—se cruzó de brazos—. Pero no me sirvió de mucho, sigo bloqueado, así que Nik me recomendó dar tutorías a novatos, cree que repasando lo básico encontraré una forma de superarlo.

—¿Y has notado alguna mejoría?

—Para nada, lo único que he conseguido son unas ganas tremendas de arrojarme de un acantilado. Este mundo está condenado si estos Tamers son el futuro…

—Eh… ¿señor Walker?
—tanto Sydney como Ethan pararon en seco la conversación y recordaron por un instante que no estaban solos—. ¿Podría ayudarme?, mi compañero, ¿recuerda? —señaló hacía el pobre Galgomon hecho piedra.

Ethan puso los ojos en blanco.

—Enano —la cabeza de Ryu emergió de un frondoso arbusto—. Acabalo. No lo mates, esa pobre anguila no tiene la culpa de nada, solo déjalo fuera de combate.

—¡A la orden, maestro!


Walker deslizó dos cartas a través de su D-Arc: la primera la otorgó a su compañero la tradicional capa de los Hackmon, mientras que la segunda un casco similar al cráneo de un Greymon. El pequeño dragón corrió hacía la orilla, para cuando Seadramon se percató de su presencia ya era tarde: arremetió contra este hasta clavar su nueva cornamenta en su cuerpo, la fuerza del empuje le hizo volver a las aguas del lago. El joven Tamer quedó anonadado en su sitio, por un instante creyó que el instructor haría a su compañero alcanzar una etapa superior con tal de tener una aplastante ventaja contra salvaje.

Los dos Tamers experimentados observaron en silencio el combate de Ryudamon.


—Sabes Ethan, no todos los Digimon alcanzan la etapa ultime II, no tienes porque presionarte, tal vez Ryu ya ha alcanzado todo su potencial y eso no tiene porque ser malo, solo…

—Vayamos al grano, ¿qué sucede esta vez?
—le interrumpió—. Y ahorrate las bromas, sé que no pasabas solo de visita, siempre que nos vemos es porque traes algo gordo entre manos.

Stanford se quedó un instante mirándolo en silencio, tal vez barajando la posibilidad de insistirle en discutir sobre el tema de su "bloqueo", pero pronto debió llegar a la conclusión lógica: no tendría caso hacer algo así con el americano. Si él había decidido pasar del tema no iba a volver a tocarlo hasta que fuera su voluntad hacerlo.

—En verdad lamento mucho eso —Sydney se retiró un par de mechones del rostro—, en ocasiones la Central nos demanda más tiempo del debido y queda poco para tener una vida social activa, mucho menos cuando me envían a cubrir cosas como esta… —afiló la mirada—. Se ha presentado una situación, una muy delicada, incluso los Shijin han decidido involucrarse y con ellos, los Devas.

«Shijin», es un término que había escuchado pocas veces durante su trayectoria como Tamer, aunque la última vez fue suficiente para quedarsele bien grabado en la memoria debido a la prueba que se le encomendó con tal de alcanzar el rango Chief. Aquellos humanos se encontraban sin duda por sobre todo Tamer y en parte también podría decirse que de los Digimon al poseer por compañeros a las llamadas «Cuatro Bestias Sagradas».

Lo único que pudo pasar por su mente era una pregunta.


«—¿Qué rayos debe estar pasando para que semejantes monstruos decidan involucrarse?»


▣ ▣ ▣ ▣ ▣


—Lucemon… nunca había escuchado de ese Digimon, ¿por qué es tan importante?

Matthew Collins recién había tenido oportunidad de volver a File Continent con la intención de tomarse unos días y tal vez reunirse con sus compañeros de Guild para descansar y ponerse al día, además de pasar tiempo de calidad con su novia, sin embargo, y como de costumbre para su suerte, el universo ya tenía otros planes para él: la Central de Tamers le contactó con una petición de extrema urgencia. Ahora el trío de Caliburn abandonaba la ciudad de los ángeles, pues su misión les esperaba en una mansión a las afueras.

—Oh, yo puedo contarte, Matt —los ojos de Zubamon brillaron con intensidad. Collins esbozó una sonrisa ante su emoción y asintió—. En la antigüedad del mundo Digital no existían gobernantes, todo era caos, hasta que un Digimon decidió cambiarlo todo e imponer orden —levantó una de sus garras—, ese fue Lucemon. Él construyó sus propias leyes y con su mandato trajo así la prosperidad al Digimundo.

—Pero algo sucedió, ¿verdad?
—el vigésimo asintió ante su conclusión.

—Aunque los Digimon gozaron de una edad de paz, Lucemon gobernó con mano dura, realizando toda clase de atrocidades con tal de hacer respetar sus reglas —se aclaró la garganta e infló un poco el pecho—. Eventualmente, diez poderosos guerreros decidieron revelarse contra su tiranía, iniciando así una guerra que terminaría con su sacrificio y con Lucemon siendo sellado en el Dark Area para jamás volver a ver la luz del día.

El canadiense digirió un poco aquel relato. Si aquella historia era real, o por lo menos la leyenda formaba parte del folclore de los Digimon, entonces tendría sentido que cualquier digital que tuviese la desdicha de pertenecer a la raza Lucemon fuese visto ya sea con rencor o con miedo, todo debido a las acciones de un ser despiadado que hace mucho dejó este mundo. Hasta cierto punto podía entenderlo, los humanos también llegaban a tener prejuicios similares.

—Además, existen razas de Digimon peculiares, por llamarlas de alguna forma —Ludomon también decidió añadir su grano de arena—, son especies muy raras de ver y de manera natural poseen una fuerza superior a su nivel, o habilidades que los hacen sobreponerse a la media.

—Oh, es verdad, ¡yo conocí uno!
—Zubamon sonrió de oreja a oreja—. Un Hackmon que decidió entrenar en Isla File.

—Recuerdo que me contaste alguna vez sobre él
—Matt asintió—. Entonces, ¿Lucemon es similar a un Hackmon?

—Hmm
—Prydwen miró al cielo y se quedó pensativo un instante—, puede que incluso sea aún más poderoso. Los Hackmon son peleadores natos, capaces de luchar incluso contra Perfects, el Lucemon de la leyenda por otro lado podía pelear mano a mano contra Ultimates, siendo un mero Child…

¿Un Child combatiendo contra Ultimates?, resultaba algo complicado de imaginar. Pero el escrutinio e importancia que la Central de Tamers estaba tomando con todo el asunto solo confirmaba que estaban barajando un escenario donde ese Digimon pudiese exhibir cualidades similares a las de su homologo legendario.

—No hay de qué preocuparse, Matt —Excalibur pareció leer sus pensamientos—. Recuerda que somos Chief —se llevó ambas manos a la cintura y puso su cabeza en alto—. No hay nada que pueda detenernos, además, si las cosas se ponen difíciles tenemos a Pendragon de nuestro lado.

«Pendragon», aquél enigmático Digimon que se proclamó como su tercer compañero, un ser digital que aunque nació de la fusión entre Durandamon y Bryweludramon poseía su propia consciencia individual. Matthew desconocía mucho de este, pues solo habían interactuado en una sola ocasión y para su desgracia, fue durante una feroz batalla que dejó a Excalibur y Prydwen fuera de combate.

—Lo dices como si pudiéramos traerlo al campo de batalla cuando queramos —Prydwen negó con la cabeza, irritado—, no podemos comunicarnos con él y no tengo idea de cómo fue que conseguimos crear a un Digimon de la nada en primer lugar.

—Obviamente fue porque nuestros espíritus de lucha se negaron a la derrota, deseamos desde el fondo de nuestro ser proteger a nuestros amigos y a Metal Empire de ese atroz Armagemon
—el vigésimo sonaba tan seguro de sus palabras como quien asegura que el cielo es azul—. Y además, no cualquier Digimon puede blandirnos a ambos en nuestro modo arma, obviamente solo alguien del calibre de un Royal Knight podía hacerlo y como no había quien lo hiciese, tuvimos que crear un caballero capaz. Es así de simple.

—¿Y por qué hemos fracasado en traerlo de vuelta, genio?

—Porque no lo hemos necesitado, ¿ya olvidaste lo que le dijo a Matt aquella vez?
—se aclaró la garganta y trató de imitar a Ragnalordmon, haciendo su voz más profunda y con un tono más solemne—. «Llámenme cuando me necesiten».

—Nada de lo que dices tiene sentido y lo sabes.


Matt soltó una risa nerviosa pues terminó siendo un mero observador, algo que se repetía cada que sus compañeros chocaban en opiniones y se enfrascaban en intensos debates. Aunque debía darle cierta razón a Prydwen: Ragnalordmon era un aliado poderoso, no solo por tratarse de un Ultimate II, sino también por ser capaz de emplear dos Legend Arm que le brindaban el ataque y la defensa perfecta. Sin embargo, de poco servía contar con su apoyo si eran incapaces de acceder a su ayuda cuando en verdad la necesitaran. La vez pasada apareció durante un momento de crisis, ¿pero qué garantía existía de que esto siempre ocurriese?

El canadiense tuvo que hacer sus pensamientos y preocupaciones a un lado, pues pronto una construcción emergió de entre las copas de los árboles. La mansión donde aquel enigmático Digimon estaba bajo custodia.

Blair Blair Luigi Luigi Relikt Relikt
Introduciendo a mis chicos.
 
Última edición:

Luigi

Digimon Tamer/Pokemon Trainer

El cielo azul en Holy Angel Citadel ocultaba para la mayoría de sus habitantes el caos detrás de las paredes de su sede de gobierno y también de la Central de Tamers. Una joven de cabellos azules iba en el lomo de su Lighdramon, recorriendo las calles a toda velocidad ante la mirada curiosa de varios humanos y Digimon de la zona. La chica, cuya edad perfectamente estaba entre los 17-19 años tenía una expresión pálida mientras que su compañero digital sudaba frío. Después de todo, la naturaleza de la información que debía entregar era bastante sensible que uno de los encargados de la Central prácticamente le ordenó que debía entregarla personalmente. No mediante mensaje, no mediante terceros.

Después de todo, nadie quería la ciudad en un estado de pánico si la noticia se filtraba por accidente de que un Lucemon estaba vivo, respirando y dentro de Holy Angel Citadel.

[…]​

Kyle Masters se encontraba en una cafetería al aire libre de la Citadela. El castaño tomó un sorbo a su bebida mientras que veía a su prometida, Kathleen, reír divertida de una anécdota que le estaba contando. Después de todo, el Tamer había estado fuera de File y de Folder por varios meses debido a una operación masiva en WWW Continent donde varios Tamers de rango alto de la Central y de Digital Security unieron fuerzas par desarticular una peligrosa alianza de Rogue Guilds. Individualmente ya eran peligrosas, pero si cooperaban, la situación en el balance de poderes hubiera dado un giro muy drástico.

-Y entonces ya te imaginas el desastre que fue con Whispers riéndose al ver como a Lizzie le lanzaron un globo de agua en la cara, arruinándole el maquillaje -terminó de contar Briand con una sonrisa, negando con el rostro levemente, recordando como ella y Elizabeth Hale estuvieron dando una mano en la Academia de Tamers y como una clase terminó en una improvisada guerra de agua gracias a un chico bromista que tenía en su inventario varios globos de agua en su Keychain.

-Veo que en estos meses entonces han ocurrido varias cosas -respondió con una leve sonrisa Masters al ver como Kath le dió un mordisco al pastel que estaban compartiendo. -Bueno, no creo que la Central me pida asistencia de nuevo pronto. Así que creo que tendré que reponerte mucho tiempo.

-Olvídalo Romeo, primero comete lo que ordenaste y luego pensamos en como pasar tiempo de calidad juntos -
Kathleen le guiñó el ojo a su pareja, señalándole el postro a medio comer.

-Sabes, me sorprende que todavía no hayamos muerto por diabetes al ver a esos dos -Whisper tenía una cara de asco en su asiento, rodando los ojos al ver como su Tamer besaba en los labios al castaño.

-A mi me sorprende que todavía no nos hayan dado dinero para una semana mientras van a pasar tiempo de calidad solos -respondió Guilmon, rodando los ojos antes de terminar de devorar un pie de manzana. -¿Oye te vas a comer eso?

-...¡Obviamente que si, lagartijo! -
se quejó la Sistermon, tomando su plato de postres en brazos y alejándolo del alcanza del Guilmon azul. -¡Si quieres comer más entonces ve y ordena algo en lugar de intentar robarte mi comida!

-Bueno, como llevabas más de 5 minutos parloteando sin comer pensé que no tenias hambre -
fue la respuesta de Guilmon ante el estallido de rabia de Sistermon, que solo rodó los ojos y se jaló el cabello en frustración.

-¡Eres desesperante!

-Ajá, pero cuando tu eres Mastemon y yo Dukemon se te sale lo coqueta.

-… juramos que nunca hablaríamos de lo que paso ese día.

-Touché.


Antes de que a discusión la discusión entre los dos Digimon continuaría, la atención de todos los presentes en el la cafetería se dirigió a la calle al ver como un Lighdramon frenó de golpe al percatarse de la presencia de los dos Tamers. La chica de cabellera azul sintió que parte del peso en sus hombros se desvaneció al reconocerlos.

-Kyle Masters y Kathleen Briand -los llamó la chica que se bajó del lomo de Lighdramon y se dirigió a ellos de forma veloz. -Mi nombre es Sigwin Rochart, soy parte de la sección de información de la Central de Tamers -se presentó la chica antes de dirigirse a uno de los empleados de la cafetería. -Necesito que preparen un lugar privado en su local porque la información que debo entregar es confidencial.

-¿Sucede algo? -Kathleen claramente arrugó el ceño, preocupada al escuchar lo dicho por la recién llegada.

-Lo entenderán en unos minutos -dejó salir la chica, viendo como el joven mesero ingresó velozmente al local, claramente a buscar al gerente.

[…]​

-Y esa es la situación. Hace ya varios días uno de los equipos de Digital Security realizaron una Raid en un laboratorio clandestino y encontraron un verdadero Lucemon vivo -explicó Sigwin, aprovechando que el gerente les permitió usar la habitación de descansó de los empleados para la improvisada reunión delicada. -Y estoy segura que ustedes dos saben lo que puede hacer un Lucemon.

-En efecto. El Lucemon de los Seven Demon Lords descendió de Kernel y desató una guerra -
Kyle cerró los ojos, sintiendo el Canalizador de Spirits en su muñeca izquierda sumamente pesado de repente. -Le tomó a los Ten Warrior luchar todos juntos para poder derrotarlo y sellarlo en la Dark Area.

-¿Ese Lucemon ha mostrado un comportamiento hostil? -
preguntó Kathleen, llevandose la punta del dedo pulgar a la boca y morderla levemente. -Si bien es cierto que un Lucemon causó un desastre hace tiempo atrás, no significa que este sea igual.

-De hecho, se ha mostrado muy cooperativo en todo momento y sin signos de violencia. Parece interesado en aprender más del estado del Digital World… y sobre los vínculos entre humanos y Digimon -
explicó con cierta preocupación Sigwin. -Si bien claramente con el historial que existe sobre la especie no es alentador, la Central de Tamers también quiere confirmar si este Lucemon es una potencial amenaza o un potencial aliado.

-Bueno, definitivamente Lucemon es una existencia capaz de cambiar el destino del Digital World -
comentó Guilmon, extrañado de que la figura fantasmal de Grottomon se mantuviera en silencio por tanto tiempo.

-Claro. Y claramente tenerlo en arresto domiciliario es una estupenda idea -respondió con sarcasmo Whispers, cruzada de brazos y mirando feo a Sigwin.

-...Se que no es lo ideal, pero también debemos tener en cuenta si la noticia se suelta: no sabemos cuantos Rogue Tamers intentarían obtener a Lucemon o si algún Tamer con un sentido de la justicia alterado decide que es un peligro que simplemente exista -Sigwin se sobó las sienes. -He escuchado de gente que tiene un pésimo primer día en el trabajo… pero creo que el mio le gana con creces.

-No lo se, Leon S. Kennedy en el Resident Evil 2 tuvo que lidiar con un apocalipsis zombie en su primer día de policía en Raccon City -
habló el castaño en un intento de bajar la tensión del lugar, recibiendo un zape en la nuca por parte de Kathleen.

-Kyle este no es momento para bromas.

-"Mocoso… no pierdas tiempo y asegurate de que Dukemon le apunte a la cabeza con su lanza"
-fue la gutural respuesta de Grottomon, cuyos ojos ardían con furia absoluta.

[…]​


-La palabra Jogress viene de Joint y de Progress -comenzó a explicar Elizabeth Hale en medio de una sala de clases en la Academia de Tamers en File City. -La palabra viene significando Progreso Conjunto técnicamente hablando – la chica de cabellos negros ropas góticas escribía dichas palabras en la pizarra. -Por ende el termino lo usamos cuando dos Digimon de manera conjunta evolucionan en un nuevo Digimon con un nivel más alto -los ojos azules veían con atención al peculiar grupo de Tamers Amateurs en la sala.

-Entonces… ¿mi Wormon puede hacer una jogress con el V-mon de mi amigo si así lo deseamos? -preguntó una niña de cabellos verdes y ojos morados. En sus brazos tenía un Patamon y al lado de estos habia un niño de cabellos naranjas y ojos cafés.

-Bueno, si tu Wormon evoluciona a Stingmon y el V-mon de tu amigo evoluciona a XV-mon, una jogress a Paildramon o Dinobeemon es posible -explicó Hale con una leve sonrisa. -No obstante, realizar una Jogress no es algo sencillo ya que si requiere ciertos requisitos.

-Para realizar una Jogress, tanto los humanos y como los Digimon deben compartir un fuerte vinculo -
explicó un alegre Gabumon (Black) a los alumnos. -Significa que aunque dos personas tengan compañeros Digimon que sean compatibles, no es posible que puedan hacer una Jogress si realmente no existe un lazo entre ellos.

-Sin olvidar que también es requerido que ambos usen un Digivice que permita la evolución mediante Jogress como el D-3 o el Digivice 01 -a
gregó Agumon a la explicación de Nótt. -También es importante que ambos Tamers tengan el rango necesario, que en este caso sería Expert.

-Ah Profesora Hale -
un niño tímido de cabellos castaños y ojos verdes levantó la mano. -Una vez vi que en el Tengu la apodaron Miss Jogress y en una foto aparecía con un Omegamon pero en otras aparece con un Omegamon negro.

Antes de que la clase pudiera continuar, la puerta del salón se abrió, mostrando a dos profesores de la Academia junto a un agente de Digital Security.

-Profesora Hale, se que esta en medio de una clase pero ha ocurrido una situación que requiere de su asistencia -solicitó el agente de forma seria.

-Yo tomaré el relevo de su clase -ofreció uno de los profesores que acompañaban al agente. -La directora ya esta al tanto de esto.

-"Supongo que debe ser algo muy serio como para que me tuvieran que venir a buscar aquí" -
pensó Elizabeth antes de suspirar. -Chicos, lo lamento pero como ven ha surgido un tema que debo atender. Los dejare en manos del Profesor Caldweel

[…]​

-Y esa es la situación en Holy Angel Citadel -el agente, Brandon Rondbrumg, terminó de explicarle a Elizabeth, a Agumon y a Gabumon lo sucedido. -Por ende requerimos su asistencia para ser la escolta de Lucemon junto a otros Tamers de rango alto.

-Ya entiendo porque no querían decirme nada hasta que llegamos a la oficina -
Elizabeth se llevó una mano a la frente al rostro, procesando la situación. -Algo como esto no puede salir de aquí y debe manejarse con absoluto secreto -la de cabellos negros soltó un suspiró antes de observar a sus compañeros Digimon. -Nótt, Jawzahr, ¿puedo contar con ustedes?

-¡Obviamente! -
fue la respuesta del felpudo mostrando el pecho con orgullo. -Juntos en las buenas y en las malas.

-A estas alturas, ya deberías poder intuir mi respuesta, Elizabeth -
fue la respuesta seria de Agumon, con la leve sonrisa en su rostro. -Te dije que iba a apoyarte no importa la situación.

Justo en ese momento, lentamente los engranes del destino empezaron a moverse y la pregunta era...¿terminaría todo en un conflicto con Lucemon o el Digimon se alzaría como un aliado que tomaría el puesto de ángel guardián del Digital World?


Blair Blair Everyday Everyday Relikt Relikt devuelta a las andadas(?)
 

Blair

So tired.
Administrador

El chocar de las armas podía escucharse desde el exterior del recinto, pero para cualquier persona que viviera allí era algo normal. El establecimiento era utilizado como una “arena” para entrenamientos y combates de coliseo, si no había un evento oficial, seguramente había tamers acompañados de sus digimon para algún enfrentamiento de práctica, posiblemente preparándose para alguna misión, o bien, simplemente buscando mantenerse en forma. La diferencia ese día yacía en que un digimon estaba postrado en el centro de la puerta, como evidenciando que la entrada al lugar estaba siendo limitada.
Lo siento, el entrenamiento de hoy es a puerta cerrada, se acordaron los permisos necesarios desde hace semanas. — Sakuyamon no se movió ni un centímetro ante la mirada del recién llegado, el varón respiró hondo y de mala gana.
Solo estoy cumpliendo un encargo ya que alguien no está revisando su D-Terminal. — Chistó y dio un paso al frente, claramente decidido a completar la misión que tenía asignada. La sacerdotisa dio un único paso, provocando que el varón chocara su cabeza contra la armadura de ella.
Como te comenté, es entrenamiento a puerta cerrada. Dime lo que necesitas y te haré saber si puedes pasar. — Aquella respuesta pareció detonar algo en la mente de su interlocutor, quien cual animal soltó un gruñido a la par que su acompañante, un digimon peludo, repitió el acto. Sakuyamon golpeó la base de su arma contra el suelo provocando un silencio inmediato, algo que asemejaba a una reacción instintiva, casi salvaje, como de quien reconoce que está invadiendo el terreno de un depredador. — Dime a qué vienes. — Ordenó, esta vez su voz era más intensa, severa, su mirada no era visible gracias a su máscara, pero el varón podía jurar que estaba furiosa.
La Central me envió, mi misión es asegurar que Mai se presente. — Resopló, endureciendo su mirada y extrayendo un papel sosteniéndolo hacia el rostro de la ultimate.
¿Te dijeron el motivo?
Solo que es urgente. — Tajante. Sakuyamon lo miró de pies a cabeza y tras verificar que el documento era oficial, se dio la vuelta.
Espera aquí, saldrán en breve. — Ingresó al lugar y cerró la puerta detrás, impidiendo que el tamer le siguiera.

[...]

Raihimon atravesó su arma con una aparente torpeza, deteniendo con ésta las hachas de Andiramon; la coneja, al mismo tiempo que atacaba con el filo, extendía sus patas para alejar al cyborg presente. MegaloGrowmon rugió y se preparó para lanzar sus proyectiles, pero fue detenido por la voz de la ultimate que fungía como guardaespaldas de su tamer.
Mai. — La recién llegada hizo una seña, misma que todos interpretaron como que no era una interrupción temporal, sino definitiva al entrenamiento. Los tres volvieron a sus formas “naturales” casi en unísono, con Lopmon y Coronamon saltando hacia las gradas que yacían a los lados de la cabeza de Sakuyamon.
¿Pasó algo? — El león fue el primero en hablar, a la par que la asiática se acercaba mientras frotaba su rostro con una toalla, limpiándose el sudor.
Un tamer te busca, fue enviado por la Central como una misión urgente para que te presentes. Aparentemente han estado intentando contactarte, pero no respondías tu D-Terminal. — Informó, Hitomi metió su mano en la mochila y extrajo el aparato en cuestión, abriendo los ojos ligeramente a modo de sorpresa. 25 mensajes.
¿Qué demonios pasó?
El tamer te espera afuera, debe escoltarte hacia allá para completar su misión.
Vámonos. — Vesta dio una única “orden”, tomó su mochila y el grupo se movió rápidamente. Al salir, se encontraron de frente con un impaciente Vaughn, el cual resopló al ver a la chica saliendo del edificio.
Te tomas tu tiempo, ¿eh? — Lopmon y Coronamon fruncieron el ceño, la pelirroja alzó una ceja.
Rhett, ¿no? — Él no contestó —. Tu fama te precede. — Dijo sin más, tras lo que comenzó a caminar. — ¿No tenías prisa?

[...]

¿Perdón?
¿Tiene alguna duda, señorita Hitomi?
¿Quién decidió que se manejara de esa manera?
Eh, umm… La verdad no sé. — Tartamudeó al final, genuinamente no tenía esa información y debía admitir que la mirada de la Chief era intensa.
¿Quién más estará en esto?
Eh… Estamos armando un equipo que pueda asegurar que...
Dame nombres.

[...]

Tienen que ser muy precavidos, no bajes la guardia. — La voz del espíritu se hizo presente con cautela. Vesta pudo observar la “aparición” por el rabillo del ojo; Löwemon estaba de brazos cruzados, parecía pensativo, incluso un tanto preocupado, quizás recordando aquel combate ocurrido en otra época.
Me parece una tontería que esté en la ciudad — la pelirroja se masajeó el puente de la nariz, luego llevó su atención hacia el león y la coneja —, esto no se puede salir de control.
Estaremos atentos.
Y el resto del equipo seguramente también. — Agregó Lopmon, haciendo memoria de los nombres que les habían comentado como posibles miembros de aquella misión. Mai respiró hondo, acercándose cada vez más a la residencia donde llevarían a cabo el encargo. ​

Luigi Luigi Everyday Everyday Relikt Relikt
 

Relikt

Cosa del Mal
Era un día soleado en Holy Angel Citadel, el sitio de reunión para los Tamers era a las afueras del mismo donde los esperaba el alcalde HolyAngemon junto a un par de Angemon y un joven Luxmon. Se podía notar la tensión en el ambiente del grupo de Digimon sagrado, después de todo, la mansión en la cual estarían vigilando a Lucemon estaba relativamente cerca de la ciudadela. El pequeño grupo sabia el peligro en el que podían estar si algo salía mal, por lo que el Perfect necesitaba asegurarse de que los Tamers elegidos por la central fueran los mejores.

El primero en llegar al lugar fue Ethan Walker en compañía de Ryu, aquello calmó un poco a HolyAngemon, quien no tardó en darle la bienvenida al Tamer de California mencionando que era un gusto verlo. El alivio poco a poco hizo que la tensión en el alcalde disminuyera cuando el resto comenzó a llegar, Kyle Masters, Kathleen Briand, Elizabeth Hale y Mai Hitomi, todos con sus respectivos compañeros Digimon más la presencia de Sakuyamon como acompañante de Mai. El Perfect saludó a los Tamers con cordialidad, mientras que el par de Angemon observaron a Elizabeth y Nótt de reojo, después de todo, su vestimenta gótica y compañero la hacían ver como alguien que se salía de los estándares de la conservadora ciudadela. Si bien aquello le era indiferente a Hale, Whisper miraba con el ceño fruncido a todos los tipo sagrado frente a ellos, por lo que Briand suspiró y le dio un codazo para que dejara de hacerlo.

Dado que el sitio de encuentro era al aire libre, HolyAngemon decidió que hablarían mejor en el lugar donde estarían viviendo las próximas semanas. Puesto así, el grupo se movilizó al interior del bosque donde estaría la mansión en la cual Lucemon aguardaba. Mientras todos caminaban detrás del Perfect, el Child entre los dos Angemon no podía evitar echar un vistazo atrás para ver al grupo de Tamers, el joven Digimon estaba emocionado debido a que había oído historias asombrosas de cada uno, su fama y rango hablaba por ellos, por lo que se sintió honrado de poder conocerlos.

Hola — saludó el Child acercándose a Helios que se mantenía cerca de Mai, Sakuyamon y Selene.

Hola — respondió Coronamon con una sonrisa moviendo su cola de un lado a otro mientras caminaba.

He oído mucho sobre ustedes y hmmm, me preguntaba si podían firmar mi cuaderno — decía Luxmon sacando un bloc de notas de una riñonera que colgaba de su cadera, también sacó una pluma. — Es una gran inspiración, s-señorita, — añadía el Child alzando la mirada hacia Mai. — Acabó con una Rouge Guild que había puesto muchas vidas en peligro y y ganó el gran torneo de la ciudadela.

Lo del torneo solo fue posible porque es una chica testaruda y dio lo mejor de sí, — comentó Selene con orgullo. — Y funcionó indudablemente.

Ganamos porque ustedes dieron lo mejor — contestaba la pelirroja tomando el bloc y la pluma del Child para firmar.

Muchas gracias — agradeció Luxmon con una sonrisa brillante mientras recibía el bloc y lo abrazaba contra su pecho.

Por otro lado, Kyle conversaba con Ethan luego de mucho tiempo sin verse, su charla era en voz baja mientras Kathleen iba junto a Elizabeth preguntándole sobre su experiencia siendo instructora en la academia, por su parte, Blue era el niñero de Whisper ya que intentaba evitar que la monja invocara su tridente para pinchar a los tipo sagrado que caminaban delante de ellos. Lentamente el grupo observó como la enorme mansión se mostraba ante ellos tras una hilera de árboles, HolyAngemon los guio por un camino en el cual ya Matthew los esperaba junto a Excalibur y Prydwen. Ante eso la primera en ir a su encuentro fue la chica gótica.

Es una… interesante sorpresa — comentaba la francesa al verlos.

Ibas a decir "bonita sorpresa", ¿no? — Se burló Masters tomándola de la mano.

Considerando lo delicado de la misión, no creo que sea lo idóneo para decir en estos momentos — decía la de cabello rosa encogiéndose en hombros.

Ethan, ella es Kathleen, mi prometida. Kath, él es Ethan Walker, un viejo amigo — presentó Kyle a ambos.

Hola — saludó el Tamer de California. — ¿Prometida?

Larga historia, ella me obligó — dijo el británico recibiendo un golpe en el hombro por parte de Briand.

Si, seguro — asentía el castaño con una sonrisa de lado.

Ignóralo, se cayó de Blue una vez y quedó mal de la cabeza — respondió Kathleen rodando los ojos.

Una vez llegaron a las puertas de la mansión, HolyAngemon que había permanecido en silencio les comentó sobre su fe en que pudiesen llevar a Lucemon por el buen camino y evitaran llevar cualquier enfrentamiento hasta la ciudadela. Whisper bufó mientras el resto del grupo asentía en silencio. Todos habían sido informados del riesgo que podía conllevar no ganarse la confianza de aquel Digimon, las historias mismas respecto a Lucemon les podían dar también una idea de hacer un mal trabajo o hacerlo enojar por lo que estaban mentalizados en llevar las cosas con calma y paciencia evitando cualquier tras pie en su convivencia mientras lo vigilaban.

Concretado esto, el alcalde de la ciudadela de los ángeles les indicó que Luxmon se quedaría con ellos para ayudarlos a proveerlos de provisiones, o como tapadera ante cualquiera que los viera por la zona. Si bien el Child los saludó inocentemente, todos lo observaron pensando que solo era un pequeño espía de HolyAngemon por la preocupación de no saber cómo se desarrollarían las cosas en la mansión. ​

 
OP
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Everyday

Everyday

Administrador
—¿Qué es lo que debe discutirse? La decisión ya debió haberse tomado: ese ser debe ser erradicado cuanto antes.

Tres figuras yacían sobre los picos rocosos de un desfiladero. Desde aquella posición Holy Angel Citadel podía observarse con total claridad a la distancia, aunque la atención del grupo estaba concentrada en una construcción modesta en las afueras.

—Nunca es bueno precipitarse, Sinduramon —respondió con parsimonia un digital con apariencia canina, revestido en una armadura celeste—. Si este Lucemon muestra obediencia podría convertirse en un aliado para garantizar la paz y prosperidad de nuestro mundo.

—Un aliado valioso, pero también un enemigo peligroso si decide seguir sus propias aspiraciones
—la tercera figura, un Digimon con la apariencia de un mono y rostro inexpresivo se paró en una sola pierna y empleó las manos para balancearse.

—Entonces será eliminado antes de tener la oportunidad —aseguró el canino.

[. . .]

Dos grandes Digimon se acercaron apenas los enviados de la Central hicieron el ademán de abrir las puertas principales de la mansión. A simple vista lucían como un Greymon, solo que vistiendo chaleco antibalas, cascos y demás ropas tácticas. Además estaban armados con un escudo antidisturbios y lo que aparentaba ser un lanza granadas. Un rápido uso de su Digivice le rebeló a Ethan que se trataban de Hi-Commandramon.

—Así que ustedes son los Tamers que conformaran la guardia personal del prisionero —dijo uno de ellos tras echarles un veloz vistazo—. Soy el capitán HD y este de aquí es mi teniente, 4K —el aludido hizo una leve inclinación de la cabeza—. Mi unidad fue desplegada en la zona para apoyarlos en la defensa de este lugar.

—¿Todos son Adults?
—Ethan ladeó la cabeza, la pregunta no pareció caerle del todo bien al capitán por el evidente mensaje oculto del americano, pero hizo lo posible para ocultar su descontento.

—Puedo garantizarle que un grupo de Adults bien organizado puede incluso sobreponerse a un Ultimate.

—En ese caso, confiamos en ustedes, capitán
—se apresuró a decir Mai, tal vez para evitar un mayor roce con quien se suponía ya era un aliado. Los dinosaurios asintieron a sus palabras y sin más decidieron dar media vuelta.

—Deberías de disimular un poco más tu desagrado —le dijo Kyle en voz baja al americano.

—Un puñado de Adults vigilando a un Digimon supuestamente capaz de borrar una ciudad del mapa sin apenas esfuerzo, ¿en serio soy el único deseando que despidan al idiota que ordenó eso? —Walker negó con la cabeza mientras ayudaba a Masters a empujar las puertas.

El vestíbulo de la mansión les dio la bienvenida, como era de esperarse se trataba de una sala bastante amplia y extravagante: suelos de mármol pulidos, con decoraciones de madera en las paredes donde también colgaban cuadros donde se inmortalizaron Digimon ángeles en posiciones gráciles o en pleno vuelo, aunque existía uno de estos que cubría casi en su totalidad uno de los muros, en la imagen se veía a un Angemon clavando su báculo dorado contra un Devimon tirado en el suelo, rugiendo de dolor e ira. Pudieron observar puertas entreabiertas que daban paso a habitaciones comunes, un amplio comedor, una cocina y una despensa lo suficiente surtida como para asegurar una estancia prolongada.

Cuando todo mundo iba a hacer la única pregunta importante es que les llegó un sonido: un leve tarareo que les condujo hasta el final de un pasillo. Tras empujar la puerta entre abierta el grupo de Tamers experimentados comenzaron a ingresar en aquel recinto, los Digimon primero, como si estuvieran internándose a las fauces de una caverna misteriosa.

El sitio debía tratarse de una biblioteca, así lo delataba la docena de libreros repletos de ejemplares literarios listos para ser leídos. Bien podría ser la habitación más iluminaba, debido a que tres de sus cuatro paredes, además del techo, eran de cristal y aunque cortinas de apariencia sedosas estaban corridas, permitían el paso de la luz solar.

El responsable de aquel tarareo se encontraba recostado en un cómodo sillón en el centro de la habitación. Aparentaba ser un joven humano de cabellos rubios, pero tanto las alas que brotaban de su espalda como aquellas que coronaban su cabeza dejaban en claro su naturaleza como Digimon.

—Lucemon —Ethan leyó la información proyectada en su D-Arc—, es él.

Por un instante nadie dijo nada, todos quedaron en silencio hasta que por fin el ángel emergió de su lectura y se percató de la presencia de sus visitantes.

—Oh, ya llegaron —les regaló una sonrisa mientras de un movimiento se ponía de píe—. Las personas que estuvieron aquí, ¿la Central? —se quedó pensativo un instante—, dijeron que enviarían a alguien más para cuidar de mí, imagino que son ustedes, ¿verdad? —Se inclinó levemente, regalándoles una reverencia—. Soy Lucemon y es un gusto conocerlos. A partir de ahora quedo a su cuidado.

Aunque el grupo en general se tomó unos instantes para procesar el saludo del ser angelical, pronto los primeros digitales se acercaron a este siendo Coronamon, Ryudamon y Zubamon aquellos que se aventuraron a hacerlo.

—Así es, nosotros nos encargaremos de tu seguridad —Dijo Coronamon.

—Nadie te pondrá un dedo encima, te lo prometemos —Asintió Zubamon.




Pasado el ajetreo inicial y las presentaciones con Lucemon, todos decidieron optar por acomodar los sillones disponibles en la biblioteca de modo que Lucemon quedase en uno de los extremos, facilitando que todos los presentes pudiesen verle y escucharle sin problemas. Kathleen se ofreció a preparar té caliente para todos mientras que Whisper, Luxmon y Excalibur le asistieron a traer las bebidas y repartirlas a los presentes.

—Aunque los de la Central ya nos dieron un informe, sería bueno escuchar algunas cosas de tu boca, Lucemon —comenzó Kyle—, ¿qué recuerdas antes de que la DS te rescatara?

El ángel, que estaba soplando a su bebida, levantó la mirada para ver al inglés.

—Nada, mis memorias empiezan a partir de mi rescate.

—¿Nada en absoluto, ni siquiera recuerdos borrosos, sueños o algo así?
—preguntó Gabu.

—He intentado recordar —suspiró—, pero no he conseguido nada.

—Puede deberse a las modificaciones que te hicieron, Lucemon-kun
—sugirió Ryu.

—Entonces, imagino que no recuerdas nada sobre tus captores, ¿verdad? —preguntó Matthew, recibiendo una negativa por parte de Lucemon—. La Central y la DS sospechan que podrían intentar recuperarte... —paró en seco al ver la reacción de Lucemon, este pareció sufrir un escalofrío y por poco derrama su té.

—L-lo siento, es solo que la idea de volver a ese sitio…

—Tranquilo, no lo harás
—le aseguró Mai—. La pregunta solo era para prepararnos, entre más información sepamos sobre ellos con mayor facilidad podremos garantizar tu seguridad. Además, no hay garantía de que siquiera sepan de que estás aquí —Lucemon esbozó una ligera sonrisa y asintió.

—Estás con lo mejor de lo mejor que pudo reunir la Central —Ethan movió su mano en deje desinteresado—. Cualquier idiota que decida aparecerse por aquí le irá muy mal.

[. . .]

Un gran ojo se posicionó justo en un hueco entre dos cortinas, permitiéndole enfocar a las diferentes siluetas alrededor de Lucemon e hizo zoom a los rostros de los humanos y Digimon. Se trataba de una sonda espía, lucía como una versión miniatura de un platillo volador con una cúpula de cristal y un único globo ocular proyectado en la superficie traslucida.

Cuando esta hubo terminado su tarea comenzó a elevarse hasta encontrarse con el ser digital que le controlaba, un ente similar a una nave nodriza extraterrestre, con múltiples brazos mecánicos retorciéndose en el aire. Aquel Oblivimon yacía levitando sobre la mansión sin preocupación alguna, su capacidad para ocultar su presencia había logrado burlar la atenta mirada de los Hi-Commandramon en el área, así como a aquellos supuestos guardianes del ángel; tarea simple, después de todo su especialidad era el espionaje.

Y ahora compartiría la información recabada con el resto de su guild, Decay.


Luigi Luigi Relikt Relikt Blair Blair
 

Luigi

Digimon Tamer/Pokemon Trainer

-Entonces, ¿cual es tu opinión sobre la situación? -preguntó de forma seria la pelirroja. Mai caminaba por los pasillos de la mansión, haciendo una ronda de vigilancia junto Lopmon y Coronamon. La atención de la pelirroja se posó en el otro Tamer que la acompañaba.

-En primer lugar, parece que los informes están en lo correcto. Lucemon esta cooperando y parece realmente querer aprender sobre este mundo -fue la respuesta de Kyle, que iba caminando al lado de la otra Chief cruzado de brazos. -No parece ser un Digimon con comportamiento peligroso pero no esta mal ser precavidos -agregó el castaño, recordando las presentaciones con el peculiar Digimon Ángel.

[...]​

-Bueno, supongo que seria de mala educación no presentarnos contigo -dejó salir británico al ver los modales de Lucemon. Si bien a pesar de la especial tan especial del ente digital, el mencionado Digimon no aparentaba comportarse como alguien peligroso. Parecía de hecho un niño alegre al tener visita por como le brillaban los ojos. -Mi nombre es Kyle Masters y este es mi compañero Guilmon.

-Puedes llamarme Blue si gustas -
ofreció el lagartijo azulado de forma amable a Lucemon, que simplemente asintió ante aquello.

-Yo soy Kathleen Briand y este es mi compañero Digimon, Sistermon Blanc -se presentó de forma amistosa Kathleen con el Child. -Ignora cualquier tontería que pueda decir Whispers -señaló a la monja, que tenía un gesto ofendido. -Por lo regular no mide lo que dice pero no es mal Digimon -ofreció la de cabellos rosas con una sonrisa amable. -Y este pequeño que nos acompaña es Luxmon.

-Hola -
saludo el pequeño Luxmon de forma inocente a Lucemon, quien le devolvió una cálida sonrisa

-La traición… la decepción, Kath -se quejó de forma dramática Sistermon, dirigiendo su atención a Guilmon. -Dame apoyo y defiéndeme lagartija.

-No -
fue la respuesta tajante de Guilmon, riendo en sus adentros al ver la expresión rabiosa de Sistermon.

-¡Si seras! -reclamó Whispers, ante la mirada incrédula de los presentes y logrando que Lucemon se empezara a reír de forma divertida, causando que este limpiara una lagrima traicionara del ojo.

-Me agradan. Son muy graciosos -sinceró el Child con potencial Ultimate al ver la peculiar escena, dirigiendo su atención al resto de Tamers y observándolos con curiosidad.

-Ah… Yo soy Matthew Collins y estos mis amigos, Excalibur y Prydwen -se apresuró a presentarse el chico de Canadá junto a sus dos compañeros digitales. -Y… y si. Estamos acá para asegurarnos de que no suceda nada malo -finalizó con una risa nerviosa, causando que Elizabeth dibujara una leve sonrisa y rodara levemente los ojos. A pesar de los años Matt todavía seguía siendo un tanto torpe.

-Exacto. Yo soy Excalibur y el Pryden. Y como ya te dijimos, estamos aquí para protegerte -sonrió Zubamon con una sonrisa marca colgate y de forma valiente. A su lado, Ludomon solo procedió a asentir levemente.

-Yo soy Elizabeth Hale. Y estos aquí son mis mejores amigos, Gabumon y Agumon -se presentó la chica de ropas góticas, acariciando levemente la cabeza del felpudo negro y dirigiéndole una mirada de cariño al otro Dragón del grupo. -Estaremos a cargo de tu seguridad durante este tiempo -finalizó de forma seria la chica.

-Encantado de conocerte Lucemon -Gabu fue el primero en acercarse al Child, sorprendiéndolo al ver que le ofreció estrechar la mano. -Espero que podamos ser amigos y nos llevemos bien -sonrió el lupino mientras que el ángel estrecho su garra.

-Ese es mi deseo igualmente. Poder ser amigo de ustedes y llevarnos bien -fue la sincera respuesta de Lucemon, viendo al silencioso Agumon.

-Puedes estar seguro que haré mi trabajo de cuidarte -fueron las únicas palabras de Agumon antes de volver a quedarse en silencio, valorando la información que estaban obteniendo en esos momentos.

-Que más da -Ethan se rasco la nuca antes de suspirar. -Yo soy Ethan Walker y el enano a mi lado es Ryudamon -se cruzó de brazos el chico de California.

-En efecto. Mi Shogun y yo estamos aquí para asegurarnos de que todo este bien -dijo con orgullo el Dragoncillo Samurái.

-… Yo soy Mai Hitomi -la de cabellos rojos fue la última en presentarse, claramente todavía conflictuada de la forma en que se estaba llevando una tarea tan delicada como vigilar a Lucemon. -Y ellos son Coronamon y Lopmon junto a Sakuyamon.

-Encantado en conocerlos a todos ustedes -
fueron las palabras del ángel con una sonrisa, viendo al peculiar grupo de Tamers. -Estoy al tanto de lo que hizo… El Otro -dejó salir con dificultad el Digimon rubio. -Por eso, de verdad me alegraría que me pudieran dar la oportunidad de mostrar que no soy como él.

[…]​

El Dueto de Chief recordó fugazmente dicha conversación. Luego de aquello, todos habían decido estar rotando guardias para vigilar la mansión y a Lucemon. Mientras que Elizabeth y Matthew se encontraban con el ángel, conversando con él, Ethan y Kath se encontraban en habitaciones, descansando y a la espera de relevar a Kyle y a Mai, siendo estos los que patrullaban el interior de la mansión por el momento. Sakuyamon se encontraba afuera de la mansión, vigilando la entrada.

-Si te soy franca, la forma en que la Central esta manejando esto es estúpida -dejó salir su frustración Hitomi, frunciendo el ceño. -En que estaban pensando cuando pensaron que esto era una idea prudente.

-En eso te doy la razón -
concedió Masters cruzado de brazo y viendo por la ventana. -Lucemon no ha dado muestras de ser peligroso o ser un Digimon maligno… pero puedo pensar en por lo menos 5 formas diferentes en que esto salga mal y ni siquiera me estoy esforzando en pensar más -sinceró antes de llevar su mirada sobre su hombro. -Has estado muy callado para lo normal… Grottomon -llamó al Spirit que estaba residiendo en el D-Scanner+ que estaba cargando.

-"Estamos perdiendo tiempo valioso. Vayan y exploten el cráneo a ese monstruo" -la figura espectral del Juttoushi of Earth se dejó mostrar, dejando salir su rabia. -"No quiero escucharlos arrepentirse si ESO deja un cráter en la ciudad".

-"Siempre contigo directo a la violencia" -el Spirit de Loweemon se materializó al lado de Mai. -"Aunque puedo concordar contigo en algo. No podemos bajar la guardia antes de estar 100% seguros de que Lucemon no es como ÉL".

-Mai, ¿crees que esto termine en un conflicto? -
preguntó Coronamon de forma seria: el mismo lo admitía, que Lucemon por ahora no parecía ser un enemigo y que genuinamente parecía querer ser su amigo.

-Espero que no, pero es mejor estar preparados para lo peor -fue la respuesta de la pelirroja, dejando en silencio el pasillo.

-Por ahora, lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de no llegar a eso -habló Guilmon, viendo como Crescemon decidió adelantarse y seguir rondando por otros pasillos.

[...]​

-Ya veo, entonces ambos han viajado bastante por este mundo y tú eres instructora en una academia-Lucemon parecía encantado de charlar con Matthew, Elizabeth, Zubamon, Ludomon, Gabumon y Agumon.

-Ah si, supongo que he viajado bastante y visto varios lugares -rio nervioso Matt, rascándose la nuca, viendo como el Child en cuestión parecía disfrutar con un trozo de pastel junto a un té.

-Supongo que si, aunque soy más instructora de medio tiempo en la Academia en la materia sobre Jogress -le dirigió una mirada a Collins, dibujando una leve sonrisa traviesa. -¿Todavía sigues pensando sobre eso? Y eso que ya te he dado clases privadas.

-Siendo sinceró no entiendo porque eres tan criptica con tus respuestas -
se quejó Matt, recordando que cada vez que le preguntaba a su novia sobre la Jogress, esta le daba una respuesta incompleta… y parecía disfrutarlo.

-Por qué no me estas haciendo las preguntas correctas, querido Matt -le guiñó el ojo, causando que se sonroje antes de volver su atención a Lucemon. -Bueno, ¿sobre que otro tema quieres hablar? Me dicen que te gusta leer sobre el estado actual del mundo y sobre los humanos y Digimon.

-Yo… quiero saber que es lo que nos hace buenos o malos. Tanto a humanos como a Digimon -
fue la respuesta filosófica del ángel. -También quiero saber más de este mundo. Ver sus preciosos paisajes. Ver de primera mano que es lo correcto y que es lo incorrecto para poder entender mi naturaleza de mejor manera… para poder saber que soy, quien soy y adonde voy.

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