La mirada de la asesora era intensa, llena de reservas y un escrutinio tan intenso que Suga casi podía sentir que le estudiaba el alma. Agitó la cabeza rápidamente para ayudarse a sí mismo a recuperar la compostura y sonrió ampliamente a la par que se acomodaba en el asiento, como poniéndose cómodo.
— Sí, nivel 2.
— ¿Magia?
— ¿Debo compartirlas? — Selene movió los ojos, viendo parte de la estructura de sus lentes y también a su interlocutor.
— Si te preocupa que se sepa… Es información confidencial, para mí es importante saberlo debido a que soy quien te dirá hasta dónde es recomendable que te aventures en la mazmorra. Sin conocimiento de tu magia, no voy a tener ni idea del tipo de peleador que eres, o si siquiera tienes algo útil para valerte por tí mismo en la mazmorra. — Su voz fue severa, tajante, Igarashi sonrió de nuevo, comprendiendo y aceptando los motivos de la trabajadora del gremio.
— Tengo una habilidad y dos magias — aquello tomó ligeramente por sorpresa a la mujer —, mi habilidad en resumidas cuentas me permite hacerme más fuerte mientras más complicada sea la pelea o más poderoso sea el enemigo. Mis magias son de ataque, una eléctrica y otra de fuego. — Otra sorpresa, Selene tomó apuntes y luego bajó el lápiz.
— ¿Experiencia en combate?
— Entrenamiento más que nada. Tuve un estricto régimen de entrenamiento semi-militar en mi ciudad natal, pero llevo varios años con Zeus y ese entrenamiento ha sido el más intenso. — Soltó una risilla nerviosa y luego volvió a acomodarse en su lugar. — Entonces, ¿hasta dónde recomiendas que vaya?
— Al ser nuevo en la mazmorra… Primer o segundo piso, preferiblemente.
— ¿Hasta qué piso está autorizado un nivel 2? — Ella entrecerró los ojos ante la pregunta.
— Todos los pisos superiores, hasta el 12. De ahí en delante, se recomienda viajar en grupo debido a la cantidad de monstruos que genera la mazmorra, así como el tiempo entre estos. Reitero mi primer comentario, te recomiendo permanecer en los primeros dos pisos ya que eres nuevo a la mazmorra.
— Entendido, muchas gracias. ¿Se requiere algo más para mi registro?
— Es todo.
— Regresaré cuando termine mi primera aventura. — Y sin más, se puso de pie y se retiró para encontrarse con el resto de su Familia fuera del Gremio. La mujer le siguió con la mirada, ¿sería uno más en la lista?
[...]
El mensaje de Zeus lo hizo llenarse aún más de energía, estaba emocionado, esperaba con ansias poder iniciar sus aventuras en la mazmorra. Sus piernas se movieron con completa naturalidad, casi como si Orario fuera conocido en su totalidad por él, realmente solo se estaba guiando por la gran torre que yacía encima de la mazmorra. Al llegar, sostuvo el mango de su espada con una mano y alzó la cabeza, tratando de ver lo más alto de la edificación, aunque obviamente fracasó en el intento.
— Por fin… — La voz fue discreta, el mensaje era para sí mismo y nadie más. Sintió el aire golpeando su rostro y su mente se llenó de información gracias a todos los aventureros que iban y venían en todas direcciones. Estaba listo, se había preparado para esto.
Ingresó en la torre y observó las escaleras que descendían en forma de caracol, vio tanto individuos como grupos descendiendo y ascendiendo por ellas, él estaba por utilizarlas por primera vez. Avanzó a paso regular, tranquilo, poco a poco la seriedad se abría paso en su sistema y escondía en alguna parte de su ser la emoción que había demostrado hasta ese momento.
El aire pareció cambiar cuando ingresó oficialmente al primer piso de la mazmorra, se escuchaban gruñidos lejanos, golpes de armas, algunas voces a la distancia. Caminó a paso lento, siguiendo lo que parecía ser el camino “planeado”, miraba en todas direcciones, estaba en extremo atento. Quería aprenderse la forma del laberinto, sentir la “vida” de la mazmorra, demostrar que él era digno de estar ahí. Su primer encuentro no tardó mucho en llegar, su única advertencia fue una especie de grito ahogado seguido de la aparición de una criatura de color verde.
El goblin se avalanzó sobre Suga, quien de un movimiento diestro retrocedió, evadiendo el ataque y con la misma fluidez desenfundó y blandió su espada. El filo cortó limpiamente el cuello del enemigo, permitiendo que Aegisheart presenciara por primera vez la “explosión” de un monstruo. El cuerpo del enemigo se desvaneció en una nube de humo, dejando atrás únicamente una pequeña piedra que guardó en una pequeña bolsa que traía consigo.
— El primero. — Soltó aire al darse cuenta de que lo había estado conteniendo, luego apretó con fuerza el mango de su espada y ahora fue él quien tomó la iniciativa al ver a otro goblin, eliminándolo con la misma facilidad con la que había destruido al anterior.
Tras dos goblin más, decidió que seguiría avanzando en búsqueda de bajar al siguiente nivel, solamente era necesario llegar a las escaleras para continuar con su primera aventura.